sábado, 28 de abril de 2012

Some chords


Es una noche cualquiera. Solo quieres una cosa. Coges el primer disco que está a tu alcance y lo colocas sobre el tocadiscos. Cuidadosamente colocas la aguja sobre el disco ya girando, y entonces comienza.


Lo que de una forma u otra te llena siempre: el irónico riff de bajo con el que empieza Money de Pink Floyd. Las profundas letras de Bob Dylan, las cuales a nadie dejan indiferente. El increíble estado de euforia en el que entras con Paradise city de Guns N’Roses.  El sencillo y a la vez tan intenso solo de Jimmy Page en Stairway to Heaven de Led Zeppelin. Las grandes voces de Johnny Cash, Freddy Mercury o Robert Plant. Pero tambien el gran ingenio de Beethoven. El romanticismo de Chopin. La grandeza de la cual dejaron constancia Dvorak con su Sinfonía del Nuevo Mundo o Wagner con La cabalgata de las Valkirias.  El amor hacia su “Lucille” de B.B. King o de Clapton a “Blackie”. El derroche de sentimiento de Gary Moore en sus canciones. La fuerza que desprende Creedence Clearwater Revival y la bella poesía de Leonard Cohen. Las ganas de bailar que te entran con la música celta…

Sin duda estaría toda la noche poniendo ejemplos,  y no me cansaría, porque todos ellos hacen que me estremezca con cada canción suya, con cada nota de sus canciones. Con su música. Con la música. Porque como bien me dijeron hace bien poco es en la música donde te puedes refugiar de todo y como bien respondí, y con lo que poder expresarlo todo.

Y si el simple hecho de escuchar no es ya de por sí algo único e intenso, tocar un instrumento, el que sea, dejar fluir lo que sientes a través de las cuerdas, a través del viento atravesando ese instrumento o golpeándolo con todo el sentimiento del mundo.
Y solo sentir y sentir y sentir.

Definitivamente, la música en sí es el instrumento del alma. Y si algo ha hecho bien el hombre en toda su historia ha sido crearla y no olvidarla jamás, reinventándola una y otra vez, consiguiendo que siempre esté ahí y se convierta en algo intrínseco en nosotros y en uno de los bienes más preciados de la humanidad.






Sin música, la vida sería un error” – Friedrich Nietzsche.

lunes, 23 de abril de 2012

Nature

Voy a empezar con una entrada, que escribí hace un par de años, pero que aún hoy día me gusta compartir:

     La palabra "naturaleza" proviene de la palabra latina natura, que significa "el curso de las cosas, carácter natural". Natura es la traducción latina de la palabra griega physis, que en su significado original hacía referencia a la forma innata en la que crecen espontáneamente plantas y animales. 

     La naturaleza o natura, en su sentido más amplio, es equivalente al mundo natural, universo físico, mundo material o universo material. El término "naturaleza" hace referencia a los fenómenos del mundo físico, y también a la vida en general.

Esa sería la definición de naturaleza, sin embargo... es mucho más. Cuando oigo la palabra naturaleza pienso siempre en un lago rodeado por un bosque verde lleno de vegetación y animales, o en una cadena montañosa que se extiende a mis pies, pero esa es una visión quizá condicionada por zonas que frecuento, una visión un tanto pobre si nos referimos a la palabra en su más amplio sentido, pues va mucho más allá, naturaleza es todo lo que nos rodea (sin tener en cuenta lo creado por el ser humano, por supuesto), la naturaleza es el universo en sí, no se limita únicamente a la biosfera del planeta Tierra, a sus ecosistemas, estamos hablando también de las galaxias, de las estrellas, como bien dice la definición de arriba, pero también hace referencia al ser más diminuto, que hasta a microscopio es difícil ver.

     Todo lo que hay en ella es precioso, las rayas negras sobre los tonos anaranjados de la piel del tigre, las manchas blancas que tanto resaltan sobre el plumaje pardusco del águila imperial, el brillo de las escamas de una anaconda, o la suavidad del pelaje de una nutria tras salir del agua, contemplar como poco a poco crece un arce japonés, como la planta más diminuta es capaz de crecer en el medio más angosto o las caprichosas formas que podemos encontrar en cualquier paisaje rocoso. Pero no me refiero a belleza estéticamente hablando únicamente, sino también a la forma que tiene la naturaleza de hacer que los seres que la habitan resuelvan la situación en la que cada uno se encuentra: la lucha por la supervivencia de toda especie, la forma que tienen de alimentarse, de relacionarse y de reproducirse. Cada táctica que tienen las diferentes especies para realizar estas tareas, la realizan de forma perfecta, según los recursos que tienen para ello, y consiguiendo lo que necesitan en cada caso.

     Podría decirse que la naturaleza es bondadosa por todas las características con las que dota a sus seres para su desarrollo. Pero está claro que también tiene su crueldad, es algo que se ve claramente cuando un ser vivo se alimenta a expensas del otro, incluso en la reproducción de algunas especies como la de la viuda negra o la mantis religiosa. Pero quizá, esa crueldad cuando más conscientes somos de ella, es con los fenómenos meteorológicos, aunque tampoco con todos. La lluvia no suele ser signo de esa “crueldad”, la tomo más como un regalo, la sensación al salir a la calle de las gotas de agua cayéndote en la cara... es única. Sin embargo, hay otros fenómenos, como los tornados, los tifones, las grandes tormentas eléctricas...que pueden causar grandes daños, al igual que otros fenómenos naturales, como terremotos, erupciones volcánicas, maremotos...que pueden llegar a arrasar áreas gigantescas. Pero es algo que hace la naturaleza por sí misma, y ella misma “lo arregla”. Y aunque a simple vista no lo parezca, esa crueldad también tiene su belleza.

Sin embargo, lo que hace el ser humano, no lo arregla el ser humano, la naturaleza no es capaz de ello y no tiene nada de bello.  ¿Por qué destrozamos los ecosistemas?¿Por qué matamos y maltratamos seres vivos por gusto, haciendo desaparecer cientos de especies al año?¿Qué ganamos con ello? ¿Por qué se talan miles de hectáreas de bosques al año, y después no somos capaces de repoblar esas zonas? ¿Por qué nos empeñamos en seguir expulsando de miles de millones de toneladas de dióxido de carbono y otras sustancias al año a la atmósfera, aumentando el efecto invernadero y el agujero de la capa de ozono? ¿Por qué somos tan estúpidos de expandir enfermedades que solo nos traen consecuencias negativas?

    ¿Por dinero?¿Por poder? No lo entiendo.

    Todo lo que hacemos va única y exclusivamente en perjuicio nuestro. Pero si únicamente fuese así...

    Estamos jugando con la vida del planeta y la de todos los seres que lo habitan, incluidos nosotros mismos, los seres humanos, que gracias a eso que únicamente nosotros tenemos y llamamos “razón”, estamos destruyendo todo lo que hay a nuestro paso. Y lo peor de todo es que aún dándonos cuenta de ello, no somos capaces de parar de hacer todo esto. Lo único que demostramos así, es que somos los seres más irracionales que hay sobre la Tierra. No tenemos respeto por nada, ni somos capaces de respetar y proteger la biodiversidad existente sobre la Tierra, que es lo que la hace ser tan especial, el estar llena de VIDA. Nosotros nos estamos encargando de que eso desaparezca, y si esto no cambia YA, condenaremos a La Tierra a un fin que no merece.

    Con todo, no pierdo la esperanza de que llegue el día en el que pueda contemplar el mundo a mis pies, sin que me invada la tristeza de que éste pueda algún día desaparecer.

domingo, 22 de abril de 2012

Presentándome

¡Saludos!
Creo este blog, con la única intención de hacer de él un pequeño rincón en el que hablar de ideas y pensamientos que me corroan por dentro; de la montaña, algo que día a día está convirtiéndose en una gran pasión para mí; y ante todo sobre la naturaleza, sobre el medio ambiente, sobre las maravillas que encontramos en ella, pero también del daño que se le ocasiona.

Estoy seguro que este no es el primer blog ni de lejos que se dedica a tales temas, pero como futuro naturalista y ambientólogo y como amante de este planeta y todo lo que esconde, me siento en la necesidad de hacer un espacio en el que dedicarme a hablar de este bello hogar.

Sin más, espero captar vuestra atención con cada nuevo tema que plantee, y haceros reflexionar, o al menos aprender algo nuevo.

Y de paso, ¡feliz día de la Tierra!


"No pido otra cosa: el cielo sobre mí, y el camino bajo mis pies" (R. L. Stevenson).